Las doce claves de Basileo Valentin
Compartimos con ustedes los doce sellos de la obra alquimica de Basileo Valentin.
PRIMERA CLAVE: “Que la esposa púdica sea unida a su esposo. La corona del rey hecha de un metal flavo. Libra a continuación el rey al hambre de un lobo vivaz. Haz esto tres veces y consume al lobo por un fuego muy violento. El rey saldrá con ello puro de mancha y de su propia sangre te podrá renovar”.
SEGUNDA CLAVE: “Dejadas sus vestiduras, que el Sol con Diana sean desnudos uno con otro, para el himeneo deseado, que dos luchadores se haga el precioso baño de la esposa, para que ella lave en el su cuerpo en atención al esposo, los combatientes combatieren, y cuando su ardor marcial haya cesado, tendrán un bello trofeo de su lucha”
TERCERA CLAVE: “Proveniente de la roca, que el dragón helado sea unido al águila: Uno quemará sus plumas, el otro fundirá sus nieves. Preserva bien tu azufre con la sal celeste para que el gallo devore al zorro malicioso. El pájaro ahogado en la onda retornará vida al fuego, y a su vez, morirá bajo los colmillos del zorro”.
CUARTA CLAVE: “Toda carne aquí abajo, proviene de la tierra, al cabo de poco tiempo retornará a cenizas; la sal saldrá de allí, por medio de la cual reaparecerá al día la carne así disuelta, tú que de esta manera quieres ver las formas pasadas, entrega a la sal a la vez el azufre y el mercurio”.
QUINTA CLAVE: “La tierra por ella misma no produce nada, es el espíritu quien abastece y sostiene la vida. Toma su origen de los astros luminosos. De allí todos los metales extraen sus cualidades. La piedra Hercúlea se une con amor al hierro, así nuestro león ama a nuestro mercurio”.
SEXTA CLAVE: “Hembra y macho unidos hacen germinar la semilla. Que entonces neptuno prepare los baños requeridos, después de que el macho devore su nevoso cisne a fin de que dos pierdan y recobren su vida, cuatro vientos soplarán y el rey, por el fuego, se unirá lleno de amor a su esposa querida”.
SÉPTIMA CLAVE: “Primavera, verano, otoño, agua, sal de los sabios, componen nuestro caos a calentar al sol. Sin embargo de los astros, no has puesto pesos justos, ninguna propicia brisa cumplirá tus deseos. Del firme sello de Hermes, cierra el vidrio, por temor a que tu materia no sea presa del errante viento”
OCTAVA CLAVE: “Para pudrirse las semillas a la tierra se confían. Nuestros cuerpos son puestos en la tumba, más para volver a salir. Así, todos los elementos se encuentran en cada uno, si puedes, como conviene, de uno extraer los otros”
NOVENA CLAVE: “Haz que de un triple corazón crezcan tres serpientes vivas, después enciérralas juntas en un vaso de cristal. Venus hace admirar la graciosa cola del pavo, y alegra tus ojos como un cisne blanco como la nieve. Favorito de Saturno, un cuervo negro seguirá, y después del ala del águila presentará sus plumas”.
DÉCIMA CLAVE: “La luna ayuda a Hiparión con sus rayos. Mercurio sufre el daño, y él perecerá si no le das prontamente su Jamsuf. Tú que comprendes este verso da gracias a Jehová de que un tal entendimiento sea otorgado a los mortales”.
UNDÉCIMA CLAVE: “Como Orfeo a Eurícide, el hermano desposará a la hermana, y de sus cuerpos se verterá la sangre. Júntala al humor cálido del padre y de la madre, después cierra con cuidado el globo de los adeptos. Entonces el fiero león de prolífero cuerpo contemplará, feliz, su numerosa prol.
DUODÉCIMA CLAVE: “Si el león generoso devora la serpiente, mercurio te dará flores a millares. La piedra sin fermento no puede producir oro, pero teñirá mucho unida a él por ingreso. Por ella verás todo lo que está oculto, y Dios será propicio a satisfacer tus deseos”.
Comentarios
Publicar un comentario