Sobre el hombre como Microcosmos
Según cuenta la leyenda, el pronaos (entrada) del templo de Apolo en la ciudad de Delfos, albergarba la inscripción “ Conocéte a ti mismo ”. Quien entraba al Oraculo de Delfos en busca de la iluminación de Apolo o de una señal divina, estaba advertido desde su entrada que no habia más conocimiento que aquel que pudiera obtener dentro de sí. Apolo estaba pues dentro del hombre, y Apolo era a su vez el hombre mismo. Otras versiones han ampliado este aforismo, Édouard Schuré en su libro sobre los grandes iniciados de la antigüedad atribuye a los pitagóricos la frase: " Conócete a ti mismo y conocerás a los dioses y al universo ". En las antiguas tradiciones tanto de Oriente como de Occidente se ha forjado el pensamiento de que el hombre contiene todo el universo dentro de si y, a su vez, el hombre es un reflejo de Dios y de la creación. En la tradición Judeo Cristiana, el Genesis relata “ Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y h