Sobre el punto de encuentro entre el Budismo y el Chamanismo

 "Antiguamente, cuando Lie-Tzeu era aún un discípulo, necesitó tres años para desaprender a juzgar y a calificar con palabras; entonces, por primera vez, su maestro Lao-chang le honró con una mirada. Al cabo de cinco años, ya no juzgaba ni calificaba ni con la mente; entonces, Lao-chag le sonrió por primera vez. Al cabo de siete años, cuando hubo olvidado la distinción entre el sí y el no, de la ventaja y el inconveniente, por primera vez su maestro le hizo sentar junto a él, en su estera. Pasados nueve años, cuando hubo perdido cualquier noción de lo correcto o incorrecto, del bien o el mal con respecto a sí mismo y a los demás, cuando se volvió completamente indiferente a todo, entonces la comunicación perfecta se estableció para él entre el mundo exterior y su propio interior. Cesó de servirse de los sentidos (pero lo conocía todo por la ciencia superior y universal). Su espíritu se solidificó a medida que su cuerpo se disolvía, sus huesos y su carne se licuaban (volviéndose éter). Perdió cualquier sensación del asiento sobre el que estaba sentado, del suelo sobre el que sus pies se apoyaban; perdió cualquier conocimiento de las ideas formuladas, de las palabras pronunciadas; alcanzó aquel estado en el que la razón inmóvil no se conmueve por nada"

"Cuando terminamos de hablar con nosotros mismos, el mundo es siempre como debería ser. Lo renovamos, lo encendemos de vida, lo sostenemos con nuestra conversación interna. No sólo eso, sino que también escogemos nuestros caminos al hablarnos a nosotros mismos. De allí que repetimos las mismas preferencias una y otra vez hasta el día en que morimos, porque seguimos repitiendo la misma conversación interna una y otra vez hasta el día en que morimos.
"Un guerrero se da cuenta de esto y lucha por parar su habladuría. Este es el último punto que debes saber si quieres vivir como guerrero.(...)
Un guerrero se da cuenta de que el mundo cambiará tan pronto como deje de hablarse a sí mismo dijo , y debe estar preparado para esa sacudida monumental.
¿Qué es lo que quiere usted decir, don Juan?
El mundo es así y así o así y asá sólo porque nos decimos a nosotros mismos que esa es su forma. Si dejamos de decirnos que el mundo es así y asá, el mundo deja de ser así y asá. En este momento no creo que estés listo para un golpe tan enorme; por eso debes empezar despacio a deshacer el mundo." C.C.

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