Sobre el deleite literario

"Clara era el agua de mi juventud, dulce era mi locura. Amargo y ácido es el vino de mi vejez, y el pan de miel más exquisito no vale el duro mendrugo de mi pobreza. ¡Años, dad la vuelta y volved! ¡Amón, recorre el cielo de Poniente a Levante a fin de que vuelva a encontrar mi juventud! No puedo cambiar una sola palabra, no puedo modificar ningún acto. ¡Oh, esbelta pluma de caña, oh, suave papel de caña, devolvedme mis vanas acciones, mi juventud y mi locura."


"Que otros borren sus pecados en el agua sagrada de Amon! Yo, Sinuhe, me purifico escribiendo mis actos. Que otros hagan pesar las mentiras de su corazon en las balanzas de Osiris! Yo, Sinuhe, peso mi corazón con una brizna de junco." (Mika Waltari - Sinuhe el Egipcio)

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Sobre los Símbolos en el Evangelio Apócrifo de Felipe

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El término Apócrifo viene del griego: από 'lejos', κρυφος 'oculto'; expresiones que derivarían en la palabra latina "apócryphus", que significa "Ocultar Lejos". En esencia, los Evangelios Apócrifos hacen referencia a aquellos escritos que fueron escondidos por los primeros cristianos, con el fin de preservar las sagradas enseñanzas en tiempos de la persecución romana, es decir, textos que fueron "Ocultado Lejos", de la vista mundana en aras de ser preservados. Los Evangelios Apócrifos no forman parte de los textos canónicos autorizados por la tradición cristiana en sus diferentes concilios, de manera que la iglesia solo dio validez a cuatro evangelios (Mateo, Marcos, Lucas y Juan), prohibiendo, persiguiendo y quemando cualquier otro texto relativo a la vida y enseñanzas de Jesús. Los pocos escritos cristicos que no quemaron los romanos fueron quemados por la propia iglesia. Solo unos pocos apócrifos sobrevivieron a nuestros días los p
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