¿Cuantas personas existen realmente en el mundo y cuantas son proyecciones mentales del sueño de otros? Todos parecen ser ilusiones, algunas muy reales y, sin embargo, no puedo estar seguro ni siquiera de mi propia existencia. Entonces, todos somos el sueño de uno más grande que nosotros al cual no podemos percibir, pero su personalidad se refleja en todos los seres que conforman el sueño. Desde lo más oscuro hasta lo más luminoso, todo hace parte de su psiquis. Cuando enfoco mi consciencia en el yo, no como agente soñado (ego), sino como agente que sueña (atman), puedo comprender que no existe diferencia alguna entre el sueño y la realidad, y así mismo, no hay división entre el yo que sueña y la realidad que se percibe, pues no hay nada en el sueño que no haga parte del soñador mismo. Cuando mi consciencia llega aún mas lejos, ni siquiera el yo resulta perdurable, y al desaparecer el observador solo queda lo observado. En este punto puedo identificarme con todo lo que existe.